No sé en que momento esta coraza dejó de hacer falta. Ahora no me hace daño la verdad: había sido un juguete nada más, no había significado nada para ti. No me duele ya. No me duele nada. Me he vuelto insensible. Quizá es que ya no pueda sentir dolor, me he vuelto fría como el hielo. Hielo que te ve y ya no sé derrite, ¿o sí?
Puede que quieras volver, me lo he planteado, me he tumbado en la cama y me he puesto a pensar en ti(CULPABLE), he vuelto a hacerlo como antes pero con unos sentimientos que se les parecen pero que han cambiado. Han cambiado tanto como lo hemos hecho tú y yo. Tú has madurado, has aprendido a desprenderte un poco de las vergüenzas.¿Y yo? ¿En qué he cambiado? Todavía no lo tengo claro. Soy más insensible, más antisocial, menos confiada. ¿He cambiado a mal? ¿Y tú? No está claro, el tiempo lo dirá, un tiempo en el que no estaremos juntos porque ya lo he decidido: No volveré contigo aunque tú quieras. No es porque no quiera, porque la verdad es que es mi más secreto deseo, sino porque ya sabemos el final, y a mí las historias con final predeterminado no me gustan. Ya puedes rezar y suplicar, pero aunque has cambiado, todavía no es suficiente.
Quizá este pedazo de verdad quedé perdido entre miles de fantasías que poco importan ya.
2 comentarios:
A veces tenemos que aprender de palos.
Me encuentro en tu misma situación, ahora soy más fría por algo parecido, por culpa de esa persona.. así que bueno,no creo que sea cambiar para mal, si no que ahora tienes más cuidado y no confias en cualquiera que te diga una cosa bonita.
Pásate y si quieres nos seguimos http://i-travel-lonely-roads.blogspot.com/
Un beso, Sanny Daff. :)
me pasa...
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