lunes, 14 de noviembre de 2011

¿Y Si Después de Todo Ya No Le Quiero?

¿Puedes levantarte queriendo a alguien y a la hora de la siesta ya no hacerlo? ¿Se puede? Yo siempre había pensado que no, que era imposible: Si querías a alguien eso no se pasaba en unas horas, lo hacías por un tiempo, más largo más corto, pero no se te pasaba en dos horas. Entonces, ¿por qué yo siento qué ya no me importa? Ya no duelen las heridas que quererle me causó. Ya no las siento como antes, ahora son meros recuerdos de los que puedo aprender sin que me haga daño mirarlos fijamente. ¿Esto significa qué ya no te quiero? No lo sé, no sé identificar lo que siento. Pero si ya no lo hago, ¿no será eso mejor? ¿Me ha traído algo bueno quererle? No, en absoluto, solo una decepción tras otra, un muro contra el que chocar todas las veces que quisiera, una forma de auto-destruirme y hacerle fuerte a la vez. Así que no pierdo nada, más bien ganó. ¿O si pierdo? Bueno a veces hay que perder para ganar, y esta vez mi perdida será él, pero mi ganancia será mi vida, libre, sin ataduras a él. Gano el poder mandarle a la mierda sin ningún pudor ni temor a que no vuelva, porque si no lo hace, ¿a mi qué más me da? Es su vida y me ha demostrado que no me deja estar en ella, así que  a recoger amapolas al campo. Él en su vida, yo en la mía. A ver si consigo que no las volvamos a juntar .

Now I´m mine, only mine.


No hay comentarios: