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A un árabe se le ocurrió una vez decir esto en alto. Lo dijo y alguien lo apunto, quizá él mismo, o quizá alguien a quien le llamo la atención su reflexión. A lo mejor esa persona le dio por pensar, por decidirse en que clase de soñadores le gustaría estar, ¿en los de los ojos cerrados o en los que los llevan abiertos? ¿En los que simplemente se conforman con saber que no podrá ser o los que luchan por ver sus sueños en el mundo? Yo desde luego elijo ser de los segundos. Nunca me ha gustado demasiado quedarme sentada a que a los demás se les ocurra realizar las cosas que yo estoy pensando. Cambiar las cosas que a mí no me gustan deben correr de mi cuenta. Así que hoy que no tengo nada mejor que hacer voy a coger mi mochila y llenarla de cosas que pudiera necesitar. Primero meteré un poco de típex, para borrar esos errores casi permanentes, esas cosas que se pintaron con boli. De estos también llevaré para poder repintar las cosas mejor, aunque también llevaré lápiz, por si en algún momento debo hacer algún boceto antes de nada. También tendré que llevar un mapa para saber dónde estoy, pero un mapa especial, uno en el que he marcado donde están las cosas que no me gustan. Llevaré una cámara para hacer fotos a cosas bonitas y una maleta de sobra para meter cosas que no me gusten y llevármelas de donde estén haciendo daño. Un poco de comida por si me entra el hambre y un chubasquero por si se pone a llover. Bueno también crema solar y un gorro, que no sé que tiempo hará. Me calzo las deportivas y ya estoy. Lista y saliendo por la puerta. Hoy el aire huele a cambio, ¿no te parece?
Si no vuelvo, no os preocupéis es que hay mucho que cambiar y mucha gente a la que quiero ayudar.
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Gracias a Jessica del blog El Amor de Ella por el premio que me ha dado :) Me ha hecho mucha ilusión. Un beso para ella y para todos los que me seguís. Un abrazo enorme :)
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