Encontrar un amigo es difícil y saber que lo es más. Los seres humanos estamos llenos de dudas, no sabemos realmente si alguien nos quiere, necesitamos las palabras para confirmarlo, necesitamos que nos lo digan todo no somos capaces de aceptar las acciones y punto. Necesitamos confiar en alguien, pero ¿cuándo sabes que puedes confiar en alguien plenamente? Depende. Lo sé esta palabra es muy abstracta y no resuelve nada, pero es que es la única que tengo. A veces la confianza significa poder contarlo todo, otras simplemente el ser capaz de permanecer al lado de alguien que calla su dolor. A veces todo consiste en unas pocas palabras divertidas, en un porro de orégano o en una cerveza caducada. La confianza puede ser decir lo que piensas sin miedo al juicio o proponer ideas sabiendo que van a ser tenidas en cuenta. Yo me la imagino como noches enteras hablando de los más diversos temas y con unos tonos de voz que no deberían estar permitidos. Y puesta a imaginar, un fin de semana entero de simplemente ser tu mismo y disfrutar, de darte cuenta de que tal vez eso lo podías trasladar a tu vida normal. La confianza es una droga, un chute al que todos somos adictos.
Ni tú ni yo nos entendemos pero eso me gusta. |
Yo confío en ti, me voy a tirar al vació. Prométeme que me cogerás.
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