martes, 30 de octubre de 2012

Vamos a Vivirnos.

- Bonitos labios, voy a probarlos.
- Bonitas piernas, ¿a qué hora abren?
- A veces te odio, ¿sabes?
- Pero al momento se te nota que me quieres.

¿Por qué él siempre tenía la palabra justa para contestarme? No era justo, se elevaba muy por encima de mí. Tan culto, tan inteligente e ingenioso. Se podría pensar que era uno de eso cerebritos con gafas de culo de vaso por los que ninguna chica pierde la cabeza, pero él no era así. Por él se te podían caer las bragas, los pantalones y lo que hiciera falta. Con su figura perfecta made in el gimnasio de la esquina y su expresión cambiante y seductora. Todo ello le daba la presencia justa, el saber estar adecuado sumado al hacerse ver correcto. ¿Qué pintaba yo colgada de su mano? Más bien poco. Familia desestructurada. Infancia difícil. Cuerpo escuálido y personalidad fuerte pero a la vez frágil. Parecía que alguien me hubiera escupido en medio de su vida sin que nadie lo hubiera pedido.

- No me sobras.
- Yo siento que no te basto.

Le tentaba contestar, lo sé, pero por una vez lo dejé sin palabras. ¿Qué iba a contestar a algo tan obvio como eso? No era lo suficientemente buena para estar en su vida. No encajaba en su puzzle. Podía pensar todo lo que quisiera, pero los argumentos a mi favor eran mil veces más numerosos de los que él podría dar en contra.

- No te esfuerces tanto, a ver si se te va a saltar un circuito. 
- No soy una máquina, y por eso no necesito una cantidad exacta de combustible para funcionar ni de una calidad concreta. Pero a pesar de esto tengo el mejor de todos: te tengo a ti. Crees que no eres perfecta y, la verdad, no lo eres. Te despiertas de mal humor y no eres realmente tú hasta tres horas después. Confundes la derecha con la izquierda y te cuesta conjuntar la ropa. Piensas demasiado para lo que luego haces. No eres ordenada, ni diligente. Dejas las cosas a medias y olvidas todo constantemente. Tu pelo no luce siempre en su sitio y tu aspecto no es el de una actriz de cine. Te falta mucho para ser lo que tú consideras perfecta, pero eres exactamente mi definición de perfección. Tu risa llena mi cuerpo y tus ojos tranquilizan mis pensamientos. Tu torpeza me saca sonrisas en mis momentos difíciles y tu afilada lengua me obliga a estar despierto. Llevaba toda mi vida buscando mi vida, hasta que me di cuenta de que eras tú y quería vivirte.

Me quedé muda como siempre que él me hablaba y cuando intenté articular una palabra mi lengua encontró algo mejor que hacer al chocar con la de él. Sellamos el pacto. Seríamos vida el uno para el otro.


martes, 23 de octubre de 2012

Back to Me.

Hola. ¿Te acuerdas de mí? Soy la chica que eras antes de que él te dejará la primera vez. Soy esa chica a la que le daba igual la talla de la ropa o la forma de su cuerpo. La que no se preocupaba por la comida y la báscula. Esa niña a la que le daban igual los chicos y llamar su atención. La que prefería jugar con ellos que rozar sus labios. No hace tanto tú eras así. Alegre, extrovertida y sin secretos. No te preocupabas por el maquillaje o por lucir radiante. Ibas siempre en zapatillas y te daba igual. Todo lo que pensarán los demás te era indiferente y te dedicabas a esculpir tu interior en lugar de tu exterior. Si ellos venían, venía, sino tampoco te morías. ¿Qué te pasó? La verdad es que lo sé. Él fue lo que pasó. Él y su estúpido "amor" barato. Te atrapó. Te caló hasta el fondo y cuando él se dio por satisfecho y fue a buscar a otras, tú te hundiste. Te escondiste tras una careta que se parece a mí, pero ya no eres yo. Creí que iba a volver cuando él lo hiciera. Sin embargo, nunca vuelve por mucho rato. Viene y va como el viento. Aparece cuando te necesita y se va cuando está saciado, cuando ha conseguido exactamente lo que quiere de tu ahora frágil cuerpo. Y cada vez resquebraja más tu pobre autoestima. Me gustaría volver, pero resulta que su falta y yo somos incompatibles para ti. No hace falta que llores. No grites ni te tires de los pelos. Pero sobretodo no hace falta que hagas lo que estás haciendo. ¿Cuánto llevas ya? ¿Unos meses? ¿Un año? ¿Más? ¿Acaso has buscado ayuda? Te convences diciendo que cuando quieras puedes parar, que no lo necesitas, pero cada vez te tira más. Notas que te falta algo si no lo haces, y ya no es él, aunque también. Buscas que otros te curen, pero otros no se quedan por mucho tiempo, se van y el problema se agrava, yo lo sé. Lo noto porque no puedo salir. No puedo hacer que volvamos a ser una. Sé que sientes que la compasión no es lo que necesitas, ni la propia ni la ajena, pero no es compasión, es ayuda. En un momento te mueres por contarlo, al siguiente, en cambio, temes que te quiten lo único que puede hacer que él se interese por ti. Piensas que él solo quiere tu físico, ¿entoncés por qué tú quieres más? Solo apariencia. ¿Quieres ser una chica florero? No lo creo, vales más que eso. Deberías olvidarle. No es fácil, pero te estás destruyendo, y siento que si tú vas a caer, yo caeré primero.

For you.
No tengas miedo, alguien te querrá.
Atentamente,
Una tú a la que deberías volver.

viernes, 12 de octubre de 2012

INLY (I´m Not Leaving You)

De repente importas. Apareces de la nada y desapareces cuando te parece y a mí se me cae el alma a los pies. No sé si pararme a analizarlo o simplemente dejarlo pasar. Sin embargo, una vez más sé que yo no tengo el poder de elegir. Mi cerebro lo hace por mí. Decide machacarse. Convertirse a sí mismo en el objeto de los peores males. Exigencia tras exigencia, y esta vez la exigencia eres tú. Ser perfecta para ti. Todo para que no hagas lo que hacen todos. No quiero que te largues. Volvería a sentir eso que mi cuerpo experimenta cuando descubre que ha dado más de lo que debería. Soy demasiado desapegada. No me importa dar mucho y recibir poco. Si recibo, ¿qué más da la cantidad? No hay problema alguno hasta que me cortan el suministro. Intento ser fuerte y que no me afecte. Crear excusas que defiendan que tampoco di tanto, agarrarme a los cabos sueltos que yo misma fui dejando en vista de esta situación. A pesar de ser buena actriz, la verdad es que me afecta. Mi autoestima se resiente y mis ganas de volver a intentarlo son menores. Alguno podría quedarse, ¿no? Seguro que no es tan malo convivir un poco más de cerca conmigo. Tengo mil contradicciones, como todos, pero también tengo mis cosas buenas digo yo, aunque cada vez sean más invisibles a mis ojos ciegos de las veces que la fortaleza voló. No pido un príncipe perfecto, prefiero un Peter Pan o un Jack Sparrow. Alguien real con problemas reales, con defectos donde tienen que tenerlos y puntos fuertes escondidos. Alguien que se parezca a ti (o a cualquiera). Alguien que decida que merece la pena esperar un poco por mí. Parase a mirar el mundo conmigo. Contemplar la vida un poco desde mi extraña perspectiva. Y si te vas, no lo hagas por la puerta de atrás; demuéstrame que he sido lo suficientemente importante como para dirigirme un adiós. Sé tú, termina lo que has empezado.
No me hagas volar si me vas a dejar caer.

domingo, 7 de octubre de 2012

Besties.

Gracias. Solo eso. Por lo de más aquí y lo de más allá. Por estar cuando estuviste y por lamentar no haber estado cuando no pudiste. Por arroparme cuando tenía frío y por enfriarme cuando necesite pensar con claridad. Por darme tus puntos de vista, tanto cuando son de mi agrado como cuando no quiero ni pensar que existen. Por como me escuchas y como te haces escuchar. Por como sonríes y te ríes de mí conmigo, aunque también por tus enfados y tus caras de tristeza. Gracias por demostrarme que puedo ser importante en el mundo. No paso desapercibida, puedo contar en la vida de alguien. Te agradezco que aprecies mis gustos y que me sacudas todo el polvo que cojo al caerme tras cada golpe. Aunque no lo sepas todo y desconozcas parte de la historia, te ves en posición de opinar, y si no aciertas siempre, lo haces casi siempre. Hoy quiero que sepas que admiro la forma en que me haces ver mis errores, a pesar de que piquen. Admiro tu manera de estar a mi lado incluso cuando no lo estás, y esa cualidad tuya de parecerte tan poco al resto. Tus preguntas sin sentido y tus sentidos sin preguntas. Tus arribas y tus abajos. Lo que aceptas y lo que te resistes a cumplir. Tus desastrosas maneras y tus eficientes listas, Me encantan todas y cada una de las cosas que haces por mí. Gracias, quédate en mi vida.
Ser para ti lo que tú eres para mí.

jueves, 4 de octubre de 2012

Sé que Importé.

Si estuviste allí fue porque en algún momento te importó. ¿No puedes fingir que vuelves a sentir lo mismo? No te pido que lo hagas por mí, porque sé que no te merecería la pena; pero hazlo por el mundo que está ansioso de ver algo como esto. Quiere sentir que quedan esperanzas para los que lo perdieron todo. Ansía saber que si tocas fondo puedes remontar y que aunque todo lo malo se hay traducido en un problema inconfesable, se puede superar. Pasar por alto que en algún momento hubo un corazón roto, que lo ignoramos tanto el uno como el otro, y que nacieron lágrimas que rodaron por las mejillas para morir en alguna boca. Existió el día en que todo se vino abajo; sin embargo, el mundo busca saber que todo se pudo arreglar. Porque de vez en cuando está bien creer que los finales felices existen de alguna manera en la vida real. Para seguir adelante. Para no dejar de sumar pasos al camino que todos recorremos al día. Las ganas de vivir a veces flaquean y necesitan argumentos. Demostremos a todos que cabe la posibilidad de soñar, de amar, y que alguien sueñe lo que nosotros. Seamos un ejemplo de superación. Que todos nos miren y vean que vale la pena ser como nosotros. Ayúdame a probar que la idea de vida que tengo en mente se puede llevar acabo. Pongamos un imagine en la realidad de todos. Abramos la mente y el corazón para que todos entren en nuestras vidas. Todo cuenta y todo vale si es para ser la luz que ilumine el mundo. ¿No te apetece hacer algo grande conmigo? Pues ven y dime que algún día me diste importancia.
El mundo espera. Te espera. Te espero.