Le Amo.

 No quiero nada de él. No busco nada en él. No busco sus posesiones, no ansió poseer su cuerpo, no espero que sea entero mio. No le quiero, simplemente le amo. Amo sus gestos, su forma de hablar, su forma de expresarse, a veces tan enmarañada que ni se le entiende y ,otras, tan claro y directo como el más experto de los francotiradores. Amo su forma física, su espalda musculada, su torso esculpido, su trasero de película. Amo su cara de niño, su boca tan dulce al reír, pero que se transforma en la más fuerte y apasionada al besar. Amo sus ojos marrones con esos toques de verde y amarillo tan indescriptibles. Amo sus formas amables y sus formas más bordes. Definitivamente es cierto: No le quiero, le amo.