domingo, 30 de octubre de 2011

Quiero Un Poco de Ti, ¿Me lo Inyectas por Vena?

Soy una adicta a ser feliz. Sí lo soy. Ese subidón que recorre mis venas cuando amo cada gesto que hago, cada resultado de mis locas y disparatadas ideas. Cuando siento que todo me sale como quiero, o al menos lo que me sale sin pensar me gusta. Soy adicta a todos esos momentos en los que solo puedo sonreír a todos, reírme con cada cosa buena que me pasa y sacar la lengua a todas las cosas malas que se me cruzan. Siento mono de felicidad, pero también siento mono de ti.

Creo que ya tengo que admitirlo, no puedo callármelo ni un momento más::I´m addicted to you. Tengo adicción a tu olor, al tacto de tu piel, a tus manos sobre mi piel, a tus labios envolviendo mis labios, a tu lengua abrigando mi garganta. Soy adicta al recuerdo que dejaste en mi y en todos y cada uno de los sitios en los que jugamos a querernos sin querer. Tengo un mono terrible de tus besos a medias, de tus explicaciones de lo inexplicable, de tu chulería y de tu prepotencia de sabelotodo, que aunque no me guste realmente lo hecho de menos. Lo echo de menos tanto como tus palabras dirigidas a mí y solo a mí, tus secretos que decidiste compartir sentados en lugares imposibles para el resto de la humanidad.


Sé que no sientes lo mismo, que tu no eres un adicto, ni a mí ni a nada de lo que yo te di. Tu memoria de pez ya me ha olvidado por completo. No sabes como te envidio. Ver que rehaces tu vida sin mí y que no ya no me necesitas, me has sacado de tu vida para siempre, y todos sabemos que siempre es un sí que no acaba nunca. Así que me quedo sentada a miles de kilómetros de ti, envidiándote y aguantándome el mono de salir corriendo hasta ti.

No hay comentarios: