El mundo es grande, realmente enorme, y toda esa inmensidad, cada continente y océano, está lleno de gente, más o menos igual, más o menos diferente. Todos seguimos unas normas, escritas o no. Nos parecemos en casi todo, a veces yo quitaría el casi. Pero para mí alguien resalta, sobresale, llama mi atención, no es una simple hormiga más del hormiguero, para mí esa persona es diferente, especial. Un poco menos igual a los demás, un poco más raro, un poco más grande su hueco en mi corazón. Y yo, a su lado, me siento tan insignificante, tan poco diferente, tan poco como él.
Tengo tanto miedo de que se valla, bueno más bien temo que me saque completamente de su vida, que no deje ni un solo resquicio para que me cuele en su mente o en su corazón. Tiemblo al pensar que un día puede que coja todos sus bártulos y sus recuerdos, y se valla lejos de mi alcance en esa enorme multitud que me rodea todos los días. Que ya no este ahí para ver mis fallos, que no presencie mis caídas, que su risa no llene todo silencio tras un comentario incoherente, mio, suyo o de quién fuera. Soy tan corriente, tan poco sobresaliente...
- No lo eres, eres especial y no me largaré sin ti a ningún lado.
+ Todavía no te creo.
- No me iré, lo prometo.
+ No quiero que me prometas que no te irás, solo te pido que regreses si alguna vez te vas.
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