* No, ni en broma tiene esa etiqueta.
- No lo sé. Desde luego yo no se la he puesto, pero...
* La gente que se cree muy lista. Presupone cosas y pone etiquetas a todo incluso cuando no les pertenece en absoluto. Mala gente, muy mala.
- Sí, son etiquetadoras de corazones y hacen mucho daño. Pero tú tranquila que si alguno de esa secta se atreve a dañarte yo le rompo la nariz, la boca o si hace falta la cara entera.
* Pues yo si te lo hacen a ti no les rompo la cara, ¿sabes por qué? Porque me parece poco. Yo me convertiría en la persona más cruel del mundo, que digo del mundo, del mismísimo infierno. Les torturaría hasta que se quedaran sin voz de tanto gritar. Y luego les haría taquitos.
- ¿Y los congelamos? No, mejor los tiramos al mar para que se vayan lejos de aquí.
* No, no, no, tengo algo aun mejor. Se los damos a los chinos para sus restaurantes, así dejaran de matar gatitos indefensos.
- Genial.
* Perfecto.
-* ¡Nadie nos etiquetará!
Una conversación si sentido entre dos Adictas al Juego de Ser Feliz al Borde de un Sueño.