Por ser buena. Por no dañar. Por que alguien no lo pasará mal. Por no hacer algo que quizás ya haya hecho antes. Por todo eso y por lo tonta que soy me quedo siempre a las puertas de todo. Más me pesan las cosas que no he hecho que las que sí. Siempre ando arrepintiéndome. Diciendo que la próxima vez me saldrá mejor. Pero no es así. Jamás lo haré bien. Dicen que la vida es una carrera de obstáculos, pues yo me los estoy comiendo todos. Nunca haré una derecha. Siempre me arrepentiré de mis acciones. Ahora no puedo arreglar nada. Me quedé sin lo que quería. Sin aquello que me hubiera hecho sonreír aunque fuera una temporada. Ya no tiene solución, no hay vuelta atrás. Ojalá la hubiera. Si pudiera ir atrás en el tiempo... Pero no puedo. No puedo hacer eso que me he imaginado que pasaría si hubiera actuado de otra forma. No puedo hacerlo. Ya solo me queda crear falsas ilusiones. Creer que habrá segunda oportunidad a pesar de saber que no la hay, que ya ha pasado mi tren, mi autobús, mi avión, como quieras llamarlo. Ya paso y no volverá. Me intento engañar diciéndome que puedo hablarlo, solucionarlo, que las palabras pueden arreglarlo. Me engaño creyendo que tendré un magnífico cuento de princesa. Pero no lo tendré. Haré de esto una gran montaña porque así de exagerada soy yo, pero a nadie más le importará. Lo olvidará. Ni siquiera mereceré un hueco en su pensamiento. En un momento me olvidará y solo seré yo y este tonto arrepentimiento que no quiere marchar.
1 comentario:
me encanta tu blog, y q sepas q ya te sigo ;)
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