Le he intentado olvidar. Me convencí de que lo había hecho. Fingí que ya no me importaba. Que no era ni siquiera mi pasado. Decidí borrar todo de mi mente y pensar que nada había ocurrido. Dí por hecho que olvidar era lo mejor Que tenía que construir una prisión de olvido para poder seguir. Me convencí de que era lo que me ayudaría a superarlo. Hasta que llego alguien que me demostró que solo me estaba engañando. Que él no saldría de mi cabeza tan fácilmente. Porque su simple avistamiento lo revivía todo. Porque si me sonreía mi prisión se derrumbaba. Porque ese alguien me recordó que no podía borrar mi pasado. Me dijo que lo pasado, pasado está, pero que no por eso hay que borrarlo. Solo hay que aprender a vivir con ello. Saber que paso y por qué paso. Admitir los errores cometidos, aprender de ellos y seguir. Porque ahora sé que olvidar es imposible. Ahora sé que debo vivir con lo que paso para poder superarlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario