- ¡Silencio en la sala! ¿ Estáis todos presentes?
- ¡Yo sí!
- ¡Yo también!
- Yo a lo mejor no he venido...
- Yo me quedaré hasta mañana.
- Bueno veo que estamos todos. Como sabéis nos hemos reunido para debatir un tema importantísimo. Ayer hubo un terrible accidente.
- ¿Ah, sí?
- Yo no sabía.
- A mí ya me habían informado.
- Yo sigo pensando que le damos demasiada importancia.
- Como no todos conocemos los hechos los relataré tal y como los vi. Ayer tarde vinieron dos enormes niños. Querían jugar los dos con Ana Rosa la Osa y tira que te tira para conseguirla acabaron dejando a la pobre Ana Rosa la Osa terriblemente mutilada.
- ¡Que horror!
- ¡Matemos a los enorme niños!
- ¿Y si sacrificamos a Ana Rosa la Osa!
- O mejor, ¿Y si no hacemos nada?
- ¡No! Esto no puede quedar así.
- Lo sé Rafa la Jirafa. Pero hay que ser cautos.
- ¡Asesinato!
- ¡Suicidio!
- ¡Sacrificio!
- ¡Rebelión!
- ¡Sí, rebelión!
- Esa es mi idea. Seamos los primeros. Rebelemonos. Dejemos de obedecer las absurdas leyes de la lógica. No podemos permitir...
- ¿Qué es ese griterío? ¡Mario, vete a la cama! ¡Ya!
- ¡Oh, no! Nos han descubierto.
- Yo me vuelvo al estante.
- Yo en mi baúl vivo muy bien.
- Ya hablaremos otro día.
- Yo soy pacífico, no me gusta la violencia...
- Tanto discurso para que a la mínima se dispersen. En fin... Hasta mañana.
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