Nuestro Banco.

Nuestro banco. Banco de mil historias. Banco de ilusiones, de sueños, de amores, de victorias, de besos, de cariño, de amistad, de encuentro, de Amor. Aquel banco en el que siempre nos podíamos recostar . Aquel banco de aquel parque lleno de historia, Nuestra Historia. Aquel banco sigue allí. Esperándonos. Pero ya no regresaremos. Ya no será lo mismo. Algo ha cambiado. No es el parque. No es el banco. Somos nosotros. Tú & Yo. Estamos distantes. Podemos sentarnos de nuevo. Pero nada es igual. Ahora es un banco de gritos, de peleas, de indiferencia, de lloros, de soledad, de tristeza, de desacuerdo, de desamor. Porque algo se rompió. Porque esa inscripción, ahora borrada, ya no nos dice nada. Porque marchamos, dividimos el camino y , ya separados, vimos alejarse nuestro cuento en el banco.

Jugábamos a Ser Mayores.

Eramos pequeños. Bajábamos al parque y sin habernos visto nunca comenzábamos a jugar. Daba igual niño o niña. Rubio o moreno. Extranjero o de aquí. Jamás nos fijábamos en eso. Daba igual el exterior. Eramos niños, jugábamos.  Jugábamos a las familias, a los restaurantes, a las guerras en las que nadie moría. Jugábamos a ser mayores. Un beso en la mejilla era la mayor muestra de amor que conocíamos. Todo era más fácil. Hacíamos sonreír a todos por cualquier cosa. Pero nosotros queríamos crecer, ser mayores.

Ahora somos mayores, pero desearíamos ser pequeños de nuevo. Para poder jugar. Para poder ser queridos por todos. Para no sentirnos despreciados. Para poder hacer sonreír a los demás. Para no enamorarnos, no ser correspondidos y sufrir.

Cuando eramos pequeños jugábamos a ser mayores, sin darnos cuenta de que teníamos el mundo en la mano. Quizás no podíamos hacer tantas cosas como los mayores, pero eramos libres de lo que pensarán los demás.

Sucia Ladrona.

Entraste en mi vida sin llamar al pasar. Sin preocuparte por lo que yo pudiera opinar. Inundaste mis silencios. Mojaste mis ojos. Robaste mi sonrisa. Saqueaste mis risas. Abordaste mi Felicidad. Luchaste contra ella. Ganaste. Te instalaste en mi. Adentro de todo lo que antes era luz. Cambiaste la luz. La llenaste de sombras, de angustias. Un día te fuiste. Pero no volvió nada de lo que antes estaba. Habías calado hondo. Todo tu rastro permaneció allí. Basta que mire en el espejo. Que contemple la llorosa chica que se refleja para saber que viniste, robaste y te fuiste. Como una Sucia Ladrona. Porque eso es lo que es la Tristeza, una Sucia Ladrona.

Quiero♥.

Quiero un TeQuiero. Pero no uno cualquiera. Quiero un TeQuiero intenso. Un TeQuiero verdadero. Un TeQuiero robado. Un TeQuiero fugaz. Un TeQuiero miedoso. Un TeQuiero susurrado. Un TeQuiero correspondido. Un TeQuiero besado, plasmado en caricias. Un TeQuiero gritado. Un TeQuiero secreto.. Un TeQuiero escrito. Un TeQuiero sentido. Quiero tu TeQuiero♥.

Muro de Falsa Libertad.

Te quiero. Me quieres. Seriamos felices juntos. Está claro. Pero algo nos separa. Algo inmaterial. Algo que no vemos pero esta ahí, siempre presente. Siempre. ¿Qué podrá ser?. Los miedos. Miedo a lo que digan los demás. A lo que pueda cambiar entre nosotros. Estamos bien así, ¿Por qué arriesgarnos a perder lo que tenemos?. Si alguno de los dos hiciera que esto cambiara no nos lo perdonaríamos. Ni Tú ni Yo. Ese muro no se va. Sigue firme. A veces se debilita. Permite vislumbrar retazos de lo que se encuentra al otro lado. Ese amor escondido. Pero en seguida un de los dos lo reconstruye. Aquel que tiene miedo de ser herido. De que al decubrirse su amor por el otro todo se desmorone. Que ya no le puedas mirar a los ojos. Por eso cada uno impone sus distancias. No quiere que el otro conozca su debilidad. Que le juzgue por ello. Si los dos fuéramos más valientes lo admitiríamos. Lo demostraríamos. Nos dejaríamos llevar. Pero por el momento no lo somos. Preferimos vivir bajo la sombra de este muro. Aquí nadie nos daña. Ni siquiera debemos cuentas a nadie. Es nuestro muro de falsa libertad. Cada uno se intenta mantener al margen del otro. Pero en ocasiones hasta el muro más fuerte puede fallar...

TeAmo♥

Hacerte Notar Que Existo.

Madrugar. Todo sigue oscuro. Pero hoy saldrá el Sol. Un cambio. Quizás hoy haya más. Quizás me mires. Quizás te des cuenta de que existo por ti. Quizás... Nada seguro. Pero me levantó por si lo haces. Por si algo cambia hoy. Me visto pensando en algo que te haga notar que existo. Pero, ¿Qué?. Lo he intentado todo. Ya solo me queda esperar. Observarte desde lejos. Ver como te enamoras de otras. Y como sufres por hacerlo. Estando ahí si me necesitas. Ojalá te des cuenta.Ojalá mis ojos se sequen, ya no lloren. Ojalá mi sueño se haga realidad aunque sea solo un instante. Ojalá ya no tenga que mirarme al espejo y despreciarme. Por no ser suficiente. Por tener que admirarte de lejos. Por no poder hacer que me quieras. 

La Nota.

Se fue. Sí, desapareció. Se esfumo. Ni siquiera dijo Adiós. No tuvo valor. Solo dejo su nota. Aquella triste nota. Escrita con prisa. Sin interés. ``No me busques´´. Solo eso. Ni una explicación siquiera. Solo vació. ¿Hubo algo mal hecho?. No creo. Se fue porque quería. O mas bien porque ya no la quería. Porque ya no era lo mismo. Porque después de tanta planificación todo quedo en nada. Porque todas aquellas promesas bajo la luz de la Luna se desvanecieron. No quedo nada. Todo se reducía a aquella nota. Aquella corta nota que terminaba con todo. Con eso que parecía tan grande. Tan eterno. Todo aquello se fue con Él. Se fue por esa puerta. Suya. De los dos. No sabe a donde. Pero no  ansía saberlo. Él no quiere que lo haga. Y si el ya no la quiere, está bien. Ella lo seguirá haciendo. Porque lo amaba, lo ama y lo amará.  Tres tiempos. Pero todos dicen lo mismo. No lo olvidará. Lo sabe. Habrá otros. Pero también habrá más notas. Más abandonos. No la importa. Ya lo sabe. Lo ha vivido. Se ha enamorado. Y le han roto el corazón. Nada nuevo. Lo volverán hacer. Volverán a dejar su triste Nota.

Dos Mundos.

Dani. Se levanta. Son las 8 de la tarde. Ducha rápida. Se viste. Sale a todo correr. Coge la moto. Ha quedado. Como siempre. Llega. Sus amigos le están esperando.  Le saludan con gritos. Ya están bebiendo. le ofrecen una cerveza. La coge al vuelo. Se apoya en la moto. Sus amigos le rodean. Todos quieren saber que ha hecho la última semana. Él lo cuenta. Exagerando a veces. Solo quiere hacerlo más atractivo si cabe. Termina. Todos ríen admirados. Conversan. De fútbol. De motos. De tonterías. Sobre todo de tonterías. Una chica se le acerca. Se llama Bea. Es guapa. Tiene un buen cuerpo. La atrae hacia él con descaro. La besa. La acaricia. No es amor. Solo atracción. Le da igual. Ella no es la elegida. Sinceramente no busca que lo sea. Nunca se a enamorado. ¿Por qué hacerlo ahora?

Misma ciudad. Misma hora. Un poco más lejos.

Un grupo de chicas ríe. Grita.  Hablan de cualquier cosa. Del novio de la una o de la otra. Todas sonríen al contar lo último que le ha regalado su novio. Menos una. Sara no sabe que es el amor. Jamás a tenido novio. Nunca encontró el indicado. Lo espera. Sí, lo espera. Cada noche mira las estrellas. Le gusta imaginar que alguien hace lo mismo. Imagina que ese alguien es Él. Imagina que algún día lo encontrará. Imagina que se enamorará. Lo desea. Pero de momento solo son sueños. De momento tiene a sus amigas. Son distintas a ella. Ninguna se parece a otra. Pero las quiere. Sí, las quiere.

Dos historias. Dos destinos que corren paralelos. Quizás un día se crucen.Quizás encuentren el amor.  Quizás Él se enamore. Quizás ella también de él. No sabrán que igual todo empezó antes. Antes de que se conocieran. Antes de que se vieran. Pero eso da igual. Nunca lo sabrán.

¿Quién es Él?♥

Buenos días, mundo. Te desperezas. ¿Me regalas algo hoy?. Te levantas y ves algo sobre la mesa.Una rosa. ¿Roja?. No, roja no. Blanca. Pura. Para escribir en ella como si fuera una página nueva de tu destino. Una rosa. Dejada por alguien que piensa en ti, que te quiere y a quién todavía no conoces. Lo sabes. No tiene sentido. Pero te saca una sonrisa. La coges. La hueles Y vuelves a sonreír. Sí, sonríes. Todo el rato. Eres feliz.
Vas al instituto radiante. Con tu rosa y tu sonrisa recién dibujada. La dejas en tu pupitre. Todo el día. Tus amigas preguntan quien es Él. Tú, solo sonríes. Que mas da eso. Es perfecto.
Al terminar las clases arrancas cada pétalo de esa preciosa rosa. Tu rosa. Con rotulador rojo escribes esa frase que tanto te gusta. Esa que habla de tu corazón. De tus sentimientos. De tu amor. Coges esa breve historia escrita en pétalos y la tiras por la ventana. El viento se los lleva. Lejos. Quizás caigan en manos de alguien. Quizás ese alguien es Él. Que lee la frase y viene a buscarte. A ti. Él, solo Él.
Pero, ¿Quién es Él?