jueves, 1 de agosto de 2013

7 dudas.

Stop it.
¡Eureka! Ya lo tengo. Sé lo que me pasa, o al menos eso creo. Sé porque huyo tan desesperadamente de los sentimientos. Comprendo porque parece que me sale un sarpullido si decido dar un paso más allá con alguien que me importa. Tengo miedo de que vuelva a pasar lo mismo. No quiero que nadie se lleve una parte de mi. De eso ya se encargo alguien antes. Me dejó tan vacía que ya no sé como llenarme. ¿Por qué no pruebas a buscar a alguien que te quiera de verdad? ¿Por qué no buscas un valiente que sepa como tratarte y no te quite vida? Porque no creo que lo haya. No creo que nadie sea tan valiente como para venir a por mí a muerte. Nadie se jugaría la vida por mí de esa manera. Habría que ser muy kamikaze. Por eso prefiero entregarme a cosas sin importancia, distracciones que me ayuden a olvidar que ya no puedo querer, o al menos que me da miedo hacerlo. La repetición me aterra. Los cobardes me asquean. ¿Cómo diferenciar a unos de otros? ¿Cómo fiarme si ya me han mentido tantas veces? Me he vuelto una cobarde en algunos aspectos. No quiero arriesgarme con alguien a quien quiera por si luego me chupa todo lo que me queda. Ya no puedo dar más si quiero vivir. Aun así, tampoco puedo estar sola. La soledad me come igual. No debería ser así, pero como ya he dicho soy una cobarde. El silencio me da miedo y la inactividad también. No quiero pensarlo demasiado. No quiero darme cuenta de lo que pasa. No quiero saber en que me he convertido. ¿Y si no me gusto? ¿Y si no le gusto a nadie? Me aterra. Me paraliza todos y cada uno de mis músculos. Quiero hacerme la fuerte y mostrar al mundo que me da igual, que estoy por encima, que si me tiras al suelo subiré una nube más arriba. Sin embargo, comienzo a flaquear. El cansancio y el desanimo pueden conmigo. Nunca creí que estaría aquí. Nunca pensé que tantas dudas acudirían a mí. ¿Qué me está pasando? ¿Qué se ha estropeado ahí adentro? No lo sé.
De una respuesta cien preguntas.

1 comentario:

Be Unic dijo...

Alguien te hirió tan profundamente que su marca todavía permanece pero te has dado cuenta y lo has reconocido. Eso es un paso adelante. Sin embargo, no puedes perder la esperanza de encontrar a ese alguien que dé la vida por ti porque eso significaría que abandonaste la batalla sin plantar cara y aunque ahora te creas cobarde, tu orgullo y tu amor propio son más poderosos. El camino será difícil, te llevará tiempo y no siempre tendrás ánimo para seguir pero el volver a ser tú es suficiente recompensa, no crees?