jueves, 1 de agosto de 2013

No happy ending.

Te jode hasta que respire. El mismo hecho de que mi corazón palpite te molesta. ¿Qué te he hecho? ¿Qué pasa por tu cabeza para odiar tanto a alguien que solo hace porque estés bien? No me lo digas. Ya no quiero saberlo. No me vale de nada intentar entenderte. Me voy a rendir. Me cuesta hacerlo. Jamás lo he hecho, pero tú y yo somos demasiado distintos. No buscamos lo mismo. Tú luchas por ver el sol cada mañana y yo sueño con serlo a todas horas. Al final tú mismo me has alejado de tu lado, y aunque me cueste admitirlo sé que no me echaras de menos. No vas a tardar nada en buscarme sustituta. Lo has hecho ya. Me jodió, no te voy a mentir, pero te lo agradezco. Mis ojos se han abierto por fin. Ahora veo claramente todo lo que pasaba ante mí, y te aseguro que incluso llega a repugnarme. No lo que yo llegué a sentir, de eso jamás me arrepentiré; es el como tú decidiste usarlo lo que no me gusta. Sin embargo, estoy cansada de reprochártelo todo, de intentar que te des cuenta de que en mí hay algo especial. Sabes que lo hay, solo que no has querido tomarlo. Ahora comprendo que mi decisión fue la acertada y ya no tengo miedo de que dentro de unos meses todo me parezca una pifia. No lo será nunca. He vivido en las nubes mucho tiempo intentando realizar mi cuento de hadas en el que tú eras mi príncipe azul; ya no lo haré más. A partir de hoy coloco los dos pies en el suelo. El amor idealizado es un asco y no estoy preparada para vivir mi historia real. No ha podido ser mi final feliz. Tú te vas por tu lado y yo por el mío, pero ya no estoy asustada. Antes tenía miedo de que no volvieras, ahora espero que no lo hagas. Antes deseaba que lo nuestro funcionara, ahora comprendo que nunca tuvimos nada. Antes quería que te fijaras en mí, aunque fuera para mal, ahora solo espero que tu atención se desvíe de mí. Seremos amigos, pero a mi modo, no al tuyo. Cumpliremos mi norma por una vez. O al menos lo haré yo. Ha llegado el final. No el feliz, pero si el aceptado. Creí que iba a doler, que te iba a odiar como nunca. No es así. Solo me sale estarte agradecida, aunque no más que a mí misma. Quizá ya no sea lo mismo. Quizá todo lo que hay aquí pierda sentido y en adelante se transforme. Será a mejor, seguro. Con una piedra menos mi corazón volará más alto. Saldré de todo esto que me ahoga. Gracias por este final.
Fly away.
Quedarán cicatrices, pero serán heridas de guerra. 

No hay comentarios: