lunes, 31 de diciembre de 2012

One More Night.

¿Cómo jode la verdad, eh? Duele que pongan en palabras eso que en el fondo sabes pero no quieres admitir. Que le sigues queriendo. Que no podrías arrastrarle al vacío  contigo o sin ti. Que no has sido consecuente. Que te intentas engañar. Todo verdades y todas ellas puñales. Una tras otra calan hondo y tu conciencia deja de reposar y se despierta. Hiciste mal, lo sabes. ¿Y ahora qué? No se puede volver atrás para cambiar nada y no vale de nada decir que te arrepientes. Tú sabrás lo que haces. Tienes que tener en cuenta que has fallado, principalmente a ti misma. A ti y a tus principios. Vas de que son de piedra y maravillosos. Alardeas de que conseguirás lo que te propongas, pero por mucho que quieras hay cosas que no podrás dejar nunca. Caes una vez tras otra por el mismo precipicio. Estás completamente ida, esperas un resultado nuevo tras repetir mil veces lo mismo. Piensas que si pruebas una vez más esa variable X que no encaja acabará por hacerlo. Porque todo cambia, ¿no es así? Puede ser que tú no lo hagas nunca, que te estanques en este punto que te ha retenido durante tantísimo tiempo. No quieres hacer daño a nadie, pero te da igual sufrir tú. ¿Qué mierda crees que estás haciendo? ¿Quieres auto-destruirte? Deberías apreciarte un poco y dejar de buscar el mero placer del momento. Quizás tu felicidad no esté atada a ningunos labios, ¿te has parado a pensarlo? A lo mejor deberías darte un tiempo, hacer eso que hace la gente con demasiadas heridas: tomarte unas vacaciones. No seré capaz, es así. Soy una persona optimista, pero llegado este punto tengo que empezar a ser un poco realista. Nada va a cambiar en ti. Seguirás siendo la misma idiota que se pisa a sí misma. Seguirás teniendo una debilidad fatal y seguirás fallándote una vez más.
No digo que sea malo disfrutar, solo planteate si tu cuerpo podrá soportarlo. 

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