jueves, 6 de diciembre de 2012

En Ruinas Como Roma.

No. No podía ser. Era imposible. Él no era la causa. No era el culpable de nada. Ella estaba rota porque era débil. Ella estaba cansada porque no dormía. Ella no dormía porque su cama no era lo suficientemente caliente. Ella pensaba que era el colchón; sin embargo, este sabía que le faltaba algo: él. Él no la llamaba. Él la utilizaba. Él no aparecía. Él se había largado. Él la destruía. Él sabía que ella ya no era la misma. Era una sombra de algo. Una sombra por la que él no daría nada. Pero ella no era el problema. Él le había hecho demasiado daño como para que quedará en pie algo de la hermosa chica que había sido. Ruinas era todo lo que quedaba de una chica que podría haberlo sido todo para alguien. Lo que pasa es que eligió al "alguien" incorrecto. Optó por el que se convertiría en culpable. A pesar de todo, ella pensaba que el problema residía en ella. No era suficientemente buena para tener una vida feliz. Era una vaga, debilucha y fea. ¿Cómo se pude conseguir algo de provecho así? No veía lo que pasaba ante sus ojos. No llegaba a captar el daño que él le hacía. Y es que él minaba cada ruina de ella. Buscaba sus cenizas. Buscaba su destrucción completa, y ella no le pararía jamás. Ella quizás tuviera el mismo poder con él, pero no lo utilizaría nunca. A lo mejor era demasiado buena, pero ella solo se consideraba coherente. Vivía con la conciencia limpia. Aunque en realidad estaba demasiado rota como para ver realmente lo que él hacía. Él era perfecto y ella lo había cagado todo. Simple. Ahora ella estaba sola y él se había marchado. Volvía a ratos y ella lo dejaba pasar. ¿Por qué no? Quizás algún día el cambiara de opinión y se quedara para siempre.
But I wait.
Ni la destrucción completa traería su cordura.

No hay comentarios: