No lo tengo todo perfectamente calculado. No entraba en mis planes que aquello pasara ni que esto se repitiera. Siento que hubiera dado marcha atrás un año entero y me encontrara en el mismo punto. He vuelto a la casilla de salida y me da miedo volver a caer en lo mismo. No quiero que me vuelvas a ignorar. No quiero volver a sentir todo tu odio dirigido a mí. No quiero volver a darme asco cada vez que me miro al espejo. Empiezo a temblar solo de pensar que esto esté volviendo a pasar. ¿Serán espejismos de mi enfermo corazón? Me creería a cualquiera que me diagnosticara una demencia severa. Me veo reflejada en ti. Creo que tú sufres de lo mismo que tengo yo. Sin embargo, tengo que admitir que probablemente solo sea todo una proyección de lo que en mi interior se fragua. Últimamente estoy demasiado centrada en ti, evaluando si puedes entrar en mis planes o no y de qué manera. La verdad que no eres el plan A, quizá el B, o cualquiera otra de las letras del abecedario. Mientras queden otras opciones para evitar regresar a lo mismo las aprovecharé. No repetiré los mismos errores. Creo que con todas las veces que he tropezado ya es suficiente. Dicen que los locos repiten lo mismo una y otra vez esperando un resultado diferente. ¿Estaremos locos? ¿Habré perdido toda la cordura? Puede ser. Yo estoy segura de que estás a punto de desquiciarme. Mi subconsciente cruza los dedos en un rincón porque quiere que tú sientas lo mismo, pero mi corazón se queja porque cree que merece algo mejor. No quiere más baches de esos que tú tanto me das. Quiere un periodo de tranquilidad. Un poco de amor sin amor. Una especie de obra de teatro en la que los sentimientos no tengan ningún papel, ni protagonista, ni secundario. Así de simple. Un poco de distanciamiento del mundo sensible. Un poco de hielo para mi cuerpo en llamas.
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Le doy la espalda a todo. Te doy la espalda a ti. |
Arderemos en el infierno.
1 comentario:
a veces es bueno alejarse
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