La Coliflor Apesta.

No me gusta contar las cosas. Me cuesta un montón decir lo que me pasa en voz alta. No quiero molestar. No quiero preocupar a los demás más de lo que están con sus propios problemas. No me gusta contar las cosas porque siento que no les importan. ¿Qué mas les dará que hice el fin de semana pasado? Ellos tienen cosas más importantes que contar. Estar callada mientras me las cuentan y escuchar sus maravillosas vidas es lo mejor que puedo hacer. Dejar que sus vidas, sus anécdotas, todo lo que viven día a día llene mi tiempo. Porque mi vida no es interesante. Porque no tengo nada que contar realmente. Porque sí, mi vida es una mierda y la coliflor esta asquerosa.

Destacar.

Destacar. Todos lo hacemos por algo. Por el físico, los deportes, el estudio, los amigos,... Cada uno tiene su forma. Piénsalo... ¿Lo has pensado? ¿Sabes ya en que destacas tú? No importa que sea algo que no sirva de nada. Igual eres capaz de tocarte la punta de la nariz con la lengua, o el codo. Igual eres capaz de memorizar un libro con solo mirarlo. Nadie más que tú puede descubrir en que destacas. Qué te hace especial. Qué es lo que te diferencia del resto. Quizás la cosa en la que destaques no te haga más popular. No haga que los demás se fijen en ti. Igual hasta se ríen de ti por ello, pero no importa lo que piensen los demás. Tú lo puedes hacer y ellos no. Así que sonríe y disfruta: ¡Eres diferente!

Arrepentimiento.

Por ser buena. Por no dañar. Por que alguien no lo pasará mal. Por no hacer algo que quizás ya haya hecho antes. Por todo eso y por lo tonta que soy me quedo siempre a las puertas de todo. Más me pesan las cosas que no he hecho que las que sí. Siempre ando arrepintiéndome. Diciendo que la próxima vez me saldrá mejor. Pero no es así. Jamás lo haré bien. Dicen que la vida es una carrera de obstáculos, pues yo me los estoy comiendo todos. Nunca haré una derecha. Siempre me arrepentiré de mis acciones. Ahora no puedo arreglar nada. Me quedé sin lo que quería. Sin aquello que me hubiera hecho sonreír aunque fuera una temporada. Ya no tiene solución, no hay vuelta atrás. Ojalá la hubiera. Si pudiera ir atrás en el tiempo... Pero no puedo. No puedo hacer eso que me he imaginado que pasaría si hubiera actuado de otra forma. No puedo hacerlo. Ya solo me queda crear falsas ilusiones. Creer que habrá segunda oportunidad a pesar de saber que no la hay, que ya ha pasado mi tren, mi autobús, mi avión, como quieras llamarlo. Ya paso y no volverá. Me intento engañar diciéndome que puedo hablarlo, solucionarlo, que las palabras pueden arreglarlo. Me engaño creyendo que tendré un magnífico cuento de princesa. Pero no lo tendré. Haré de esto una gran montaña porque así de exagerada soy yo, pero a nadie más le importará. Lo olvidará. Ni siquiera mereceré un hueco en su pensamiento. En un momento me olvidará y solo seré yo y este tonto arrepentimiento que no quiere marchar.

Sabes que es Amistad.

Un día alguien se presenta en tu vida. Le conoces porque es amigo del amigo de tu amiga. Sí, un lío. Presentación, dos besos, conversación, adiós, a ver si nos vemos. Os volvéis a ver. No era difícil, vuestros amigos son amigos. Tras charlas y risas al final os hacéis amigos. Dejas de verlo porque vuestros amigos se conozcan y empiezas a verle porque lo sois vosotros. Las risas pueblan vuestras charlas. No siempre estáis de acuerdo, pero esa es la gracia, discutir por chorradas que quizás a otros no importan. Los dos queréis ganar cada discusión. Tras cada discusión tonta unas risas. Nadie se enfada en realidad. Esa es vuestra amistad. Acordarse el uno del otro. Descubrir las cosas que le molestan al otro, las que le gustan, saber que quiere hacer, como hacerle reír. Quedar con él solo para reír, para estar feliz. Sonreír con cada gracia que hace. Aprender cosas de él. Prácticamente olvidarse de cómo le conociste. Tener la sensación de que ha estado ahí siempre y saber que ahí estará.

Porque Sí.

Todo el mundo busca razones para todo. Los científicos buscan el por qué a las cosas mediante la ciencia. Los religiosos mediante la religión. Las personas mediante la razón. No les gusta que algo quede sin explicación, que algo se escape de su entendimiento. Pero todo no tiene una explicación. ¿Por qué las rosas son rojas, amarillas, blancas,...? ¿Por qué amamos? ¿Por qué se inventaron los sugus? ¿Por qué nos humillamos y nos hacemos daño unos a otros? ¿Por qué existe el por qué? Quizá podamos encontrar una razón que nos sirva a nosotros o podemos no encontrar ninguna. Pero no hace falta comerse la cabeza para encontrarlas. Mejor dejarse llevar. No pensar en razones. ¿Por qué? Porque sí. No todo tiene explicación. No hay que quedarse pensando en el por qué de todo y perderte lo mejor de la vida. Vivirla. No merece la pena buscar explicaciones profundas para todo. No valen nada mil explicaciones si no eres capaz de realizar un solo gesto. Porque la vida no se hizo para verla de forma esquemática, si no de forma practica. Porque quizás la vida solo se hizo porque Sí.