domingo, 3 de marzo de 2013

Burnt.

Y luego...
Tú mismo lo dijiste, tú mismo lo dejaste claro con ese acto. Quizás lo segundo pese más que lo primero al final, pero el caso es que llevaré las dos cosas hasta las últimas consecuencias. No habrá puntos de inflexión. Ya va siendo hora de darse cuenta de que lo que se hace tiene consecuencias reales. Si somos una cosa, lo seremos en todos los ámbitos. Si me ignoras, no hablaremos. Antes pensaba que si hacía esto a lo mejor me estaba perdiendo algo; sin embargo, ¿qué me queda por perder? Lo di todo por todos. Ya no me queda casi nada que defender, y lo que me queda me vuelve egoísta y mezquina. Son cosas tan mías que nadie las comprendería. No son un tema del que me guste hablar, ni tan siquiera pensar en ello. Duele. Demasiado. Desde hace demasiado. A veces me planteo soltarlo sin más, pero es que todavía no me lo acabo de creer. ¿Es real? ¿Realmente esto es lo que soy? ¿Sigo siendo yo? Tengo mis dudad. Algo ha cambiado, y no siento que sea a mejor. No merezco la mitad de lo que he tenido, ni nada de lo que tengo. Aun así creo en la mejora, A pesar de haber cosas en las que no quiero avanzar. Lo siento. Por no ser lo suficientemente buena o fuerte. Por haberme dejado llevar por la situación. Porque ya no seas tú la persona a la que echaré de menos. Ahora me echo de menos a mí. A mí y a mi perfecta manera de hacer las cosas por los demás.

Escribo sobre lo que lees porque duele escarbar más hondo.

martes, 12 de febrero de 2013

Life.

¿Que qué tal estoy? ¿Cómo quieres que esté? Para un momento, ¿en realidad te importa? Sé que no, que en el fondo te puedo decir lo que quiera que te resbalará. Por eso te digo que bien, por no explicarte cómo me siento en realidad. Por no coger y ponerme a echarte en cara lo mal que me haces sentir. ¿Qué no debería depender tanto de ti? Tienes razón, pero que quieres que le haga si hoy he decidido que eres tú el único que en estos momentos me daría amor. No eres el principal, te lo aseguro; sin embargo, eres el que pensaba que tenía ahora. Me ilusiono al ver que te preocupas un poco por mí, pero son solo pequeños lapsos de tiempo que terminan y me dejan a mí preguntándome si me los habré inventado. ¿Qué tienen las demás para que los chicos quieran actuar por ellas? ¿Es problema de que el chico eres tú o resulta que la pieza que falla soy yo? Lamentablemente soy de ese tipo de chicas que siempre se inclina a pensar que la culpa es suya. Me frustro. Es indignante. Quizás mi madre tenga razón y yo solo sea la amiga. Aunque esto no me tranquiliza, me tensa aun más. Vivo en tensión permanente por si aparecéis uno de los dos. A pesar de todo no recibo respuesta. Uno pasa de mí y el otro parece siempre demasiado ocupado. ¿Qué clase de negocio he intentado hacer? ¿Que si estoy enfadada? Pues sí, pero no contigo, no voy a tirar de reproches. Es conmigo y con mi complejo de felpudo. Tengo la irritante manía de volver como si nada hubiera pasado. Tengo un master en olvidar faltas. ¿Y soy exigente? Cualquiera te hubiera pedido cien veces más que yo y no te hubiera dado ni la mitad. ¿Qué buscas exactamente? Dímelo, quizás lleguemos a un acuerdo, pero no me vengas diciendo que presioné demasiado: nunca fue así. No moveré un dedo más por ti.
Mírame aunque sea para mentirme una vez más.
Te importará lo mismo que yo: nada.

lunes, 11 de febrero de 2013

We used to.

This is not friends´ thing.
Realmente creo que te podría dar la mano cualquier otra sin que tú notaras la diferencia. No apreciarías el cambio en el tacto ni en la manera de cogerla. Pero ponte en mi lugar. Aparece en escena una chica guapa, atractiva, de esas que generan comentarios por la calle, y tú eres un chico que no confías demasiado en ti mismo. Resulta que ella se fija en ti y bailáis. Acabáis en beso, pero después de eso te vuelves invisible. No quiere nada. Está muy ocupada. Al cabo de unos meses vuelves a caer. Realmente no le quieres, pero...¡Joder, esta buena! ¿No? Lo que pasa es que poco a poco empiezas a profundizar en ella y descubres que te gustaría formar parte de esas historias que cuenta. De repente un día tu sueño se hace realidad, y ella decide que también lo quiere. Sin embargo, rápido se da cuenta de que sus cuentos no le quedan bien con un personaje como tú y te da de lado. Besa a otros, sale con otros. Tú lo ves. Te afecta. Pero aún así cada vez que viene donde ti, a escondidas y sin querer que nadie lo sepa, le recibes con los brazos abiertos como si de la hija pródiga se tratará. Cuando se cansa te deja de ver, incluso te trata mal, como si hubieras hecho algo para molestarle. Te jode. No puedes parar de pensar en ella. Ha sido la que te saco del cascarón, tu primera vez en muchas cosas. Ella no piensa lo mismo por lo que parece. Te utiliza; te dejas utilizar. Un día te hartas y pides explicaciones, ¿y que te dice? Que sois amigos. ¿Realmente crees que eso vale? ¿Después de todo es eso lo que soy? ¿No tengo ni un rango especial para ti? No acabo de creerte. ¿Puedes ser tan insensible? No estoy intentando que me digas nada nuevo. No volveré a arrastrarme por ver si cae alguna migaja de tu cariño. Las cosas que consiga por pena no las quiero. Creo que es hora de pasar, ¿no? Será lo mejor. Así que deja de volver. Deja de decir que lo que hacemos está bien, que es divertido. Asume las consecuencias de tus actos: yo. Comprende que no me crea lo de `solo amigos´. Tengo más de esos, y te aseguro que con ellos no me pasa nada de esto. Explícamelo, anda, ¿que concepto es el de verdad? Bueno, mejor déjalo. Tú y yo no somos solo amigos. No sé lo que somos, pero esa no es la palabra que nos define. Y si te pusieras en mi lugar lo entenderías...
- Realmente yo no lo entiendo así.
~ Tú nunca quisiste decir lo que sentías, así que yo llevo sin entenderte mucho más tiempo.

domingo, 10 de febrero de 2013

Ella y tu vida o tu vida sin Ella.

Relaja el ritmo durante unos segundos. Mira a la chica que está allí. Crees conocerla. Ella te ha escuchado contar tus cosas miles de veces y estará allí para hacerlo una vez más. Ella te ayudará en todo lo que le pidas. Ella te preguntará "¿cómo andas?" y le dará igual que tú no te intereses por cómo le va a ella. Ella te apoyará siempre y estará a tu lado siempre que tengas algún problema. Ella se aprenderá tus cien fallos y recordará tus mil virtudes. Ella no se desanimará nunca y te mirará con una sonrisa y sus ojos bien abiertos. Ella perdonará todas las veces que le decepciones. Ella te será leal cuando todos te fallen. Ella aceptará todo lo que le digas sin poner pega alguna. Ella te antepondrá a su orgullo y a muchas cosas más. Ella te defenderá si alguien llega a hablar mal de ti. Sin embargo, no creas que solo hará esto. Ella te criticará como la que más cada vez que tenga opción. Ella te odiará en momentos por ser un completo estúpido. Ella no entenderá lo que quieres. Ella te tratara mal, te gritará, se burlará de ti, te mandará a la mierda, te llamará pesado y te hará el vacío. Ella se reirá de ti a todas horas y no te dejará hablar muchas veces. ¿Y todo esto por qué? Porque ella está enamorada de ti. Ella te ha visto caer y también estuvo cuando te levantaste. Ella te ha besado, te ha abrazado, te ha acariciado. Ella te ha hecho sonreír muchas veces. Ella te ha querido, te ha odiado y ha vuelto a quererte una vez más. Ella dice que te ha olvidado, pero si miras sus ojos verás que sigues en el fondo de ella. Porque ella, digas lo que digas, siempre querrá que vuelvas. Puedes ir donde ella y decirle que te atreves a hacerlo una vez más o puedes seguir con tu vida rápida sin fijarte demasiado en ella. Decidas lo que decidas, hagas lo que hagas en este mismo instante, ella seguirá ahí parada por ti y lo sabe. Ahora tú también: puedes actuar. 
Ella y tu vida o tu vida sin ella.

sábado, 19 de enero de 2013

Stay Positive, Be Free.


Lenguaje positivo. La negatividad a la basura, que quita demasiadas sonrisas de la cara, ¿no creéis? Es difícil, lo sé, pero merece la pena. Poder caminar con la cabeza alta, sabiendo que hablan de ti, pero decidiendo pasar. Tú puedes elegir lo que te afecta en muchas ocasiones, y como quieres que las cosas lleguen a los demás. Con un poco de práctica todo se consigue. Se trata de día a día hacer "ejercicios" que te permitan desarrollar está cualidad. Igual que estudias matemáticas puedes estudiar la positividad. 

Aunque deberíamos aclarar el término, creo yo, para que la confusión no pueble nuestra mente. Para mí, la positividad consiste en una actitud, y esta actitud debe impregnarlo todo, desde nuestra forma de expresarnos hasta nuestra ropa. Quizás la expresión es de las cosas más importantes. Nuestra forma de hablar o escribir, dice mucho de nosotros. Hay gente que puede conocer millones de cosas sobre nosotros simplemente viendo algo que nosotros hayamos escrito. Inconscientemente damos información sobre nosotros. Creemos que las palabras con las que digamos algo no influyen en cambiar el significado de lo que decimos, ¿al final todo es lo mismo, no? Sin embargo sí importa: no es lo mismo decir queja, que sugerencia de mejora; hacer el amor, que follar; homosexual, que marica; y así una larga lista de pequeñas palabras que usamos simplemente porque es lo que oímos, no pensamos en lo que viene detrás, eso que esas formas de hablar dicen de nosotros y a qué nos predisponen.

Aunque os preguntaréis a qué viene todo esto de la positividad y por qué quiero aplicarlo yo a mi día a día. Pues no sé a qué viene pero sí puedo deciros porque quiero llevarlo acabo: cambiar. Quiero cambiar, no porque no me guste a mí misma, sino porque creo que puedo hacerlo mejor. Creo que a partir de la positividad conseguiré realmente lo que yo quiero en esta vida. No es una meta en realidad, es el camino hacia algo que yo creo que es grande, y sé que no es el único pero es el que yo quiero seguir. 

Todo esto lo resumo yo en una palabra: Imagine. Desde esa palabra quiero observar mi vida. Tiene que ver con la famosa canción de John Lennon, pero va más allá. La canción habla de imaginarse un mundo en el que allá paz y se pueda vivir todos juntos, secundo esa idea, pero no me voy a quedar en la imaginación. Voy a salir a la calle y cambiar las cosas, porque si no las cambio yo, ¿quién lo hará exactamente como yo creo que es mejor? Nadie. Por eso yo he decidido esto. Por eso yo soy positiva.
Y hago lo que sueño.