Relaja el ritmo durante unos segundos. Mira a la chica que está allí. Crees conocerla. Ella te ha escuchado contar tus cosas miles de veces y estará allí para hacerlo una vez más. Ella te ayudará en todo lo que le pidas. Ella te preguntará "¿cómo andas?" y le dará igual que tú no te intereses por cómo le va a ella. Ella te apoyará siempre y estará a tu lado siempre que tengas algún problema. Ella se aprenderá tus cien fallos y recordará tus mil virtudes. Ella no se desanimará nunca y te mirará con una sonrisa y sus ojos bien abiertos. Ella perdonará todas las veces que le decepciones. Ella te será leal cuando todos te fallen. Ella aceptará todo lo que le digas sin poner pega alguna. Ella te antepondrá a su orgullo y a muchas cosas más. Ella te defenderá si alguien llega a hablar mal de ti. Sin embargo, no creas que solo hará esto. Ella te criticará como la que más cada vez que tenga opción. Ella te odiará en momentos por ser un completo estúpido. Ella no entenderá lo que quieres. Ella te tratara mal, te gritará, se burlará de ti, te mandará a la mierda, te llamará pesado y te hará el vacío. Ella se reirá de ti a todas horas y no te dejará hablar muchas veces. ¿Y todo esto por qué? Porque ella está enamorada de ti. Ella te ha visto caer y también estuvo cuando te levantaste. Ella te ha besado, te ha abrazado, te ha acariciado. Ella te ha hecho sonreír muchas veces. Ella te ha querido, te ha odiado y ha vuelto a quererte una vez más. Ella dice que te ha olvidado, pero si miras sus ojos verás que sigues en el fondo de ella. Porque ella, digas lo que digas, siempre querrá que vuelvas. Puedes ir donde ella y decirle que te atreves a hacerlo una vez más o puedes seguir con tu vida rápida sin fijarte demasiado en ella. Decidas lo que decidas, hagas lo que hagas en este mismo instante, ella seguirá ahí parada por ti y lo sabe. Ahora tú también: puedes actuar.
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