Adicta al Juego de Ser Feliz.

Dicen que la felicidad no existe. Que son solo ilusiones que buscan los desesperados para poder seguir adelante.  Pues yo ya no me lo creo. Yo ya sé que la felicidad sí existe. Que se puede sonreír sin saber por qué. No hacen falta motivos. Hace falta que tú te los creas. Que creas que puedes ser feliz pase lo que pase. No hay nada que pueda hacerte llorar si crees en la verdadera felicidad. Yo creo en ella. Creo que ya se ha acabado el sufrir por todo. Que todo aquello que me hace daño, que no me deja percibir mi risa, no es para mí. Lo que me humedece los ojos de tristeza jamás me pertenecerá. Así que lo dejo a un lado, le saco la lengua y sonrió. Sí porque nada me va a hacer mal. No ahora que me he dado cuenta que me toca sonreír. Ya nada ni nadie me va a quitar mi derecho. Me lo he ganado y si no lo he hecho me da igual. Me gusta. Por una vez voy a ser egoísta. Me voy a quedar la felicidad todo el tiempo que pueda. Porque me he enganchado a este juego. Soy una adicta al juego de ser feliz. Nadie podrá separarme de esta adicción. Porque ser feliz es lo mejor que me ha pasado. Porque ahora soy capaz de mirar a todos y regalarles una sonrisa. Porque ahora me pasa algo malo y solo se me ocurre sacarle la lengua. No admito provocaciones. No admito que nadie me arrebate lo que tengo. Porque pase lo que pase Yo soy Yo y Yo soy Feliz.

Firmado: La Adicta.

Rara.

La gente piensa que soy rara. Quizá diferente. No sé porque. Soy una chica muy normal. Me rió demasiado quizás. También sonrió más de lo normal. Voy siempre dando saltos por ahí, pero no creo que sea la única. Pinto el móvil con esmalte de uñas, pero es que es divertido. Me tiro por los toboganes. No hago más que beber agua. Me gusta correr. No miento nunca o al menos intento no hacerlo. Odio que la gente no me conteste. Hablo sola, pero no siempre. Digo las cosas sin pensar, como mucha gente. Escribo mucho. Leo aun más. Me muerdo las uñas. No paro de mover la pierna derecha cuando estoy nerviosa. Pero no creo que esto sea tan raro, ¿no?.

Ojala olvidará Tan Rápido Como Tú.

Tú. Mentiroso como tú solo. Chulito. Creído. Ligón. Gilipollas. Abusón. ¿Aún te crees perfecto?. Te falta mucho para serlo. Puedes creer que pienso todo esto por lo que paso. Pero no es asi. Es porque te conozco. Vas de perfecto. De que el mundo es tuyo. Y muchos se lo creen. Te hacen caso. Yo lo sé. Lo veo. Pero aun así Te Quiero. Imbécil de mí. Caí en tu trampa tan bien tejida y ahora no puedo salir. Tú ya ni te acuerdas de mí. Ni siquiera te has preocupado de liberarme. Porque Tú has olvidado, pero yo no he podido.

Simplemente Ella.

Ella. Se mira al espejo. No le gusta lo que ve. Tiene la frente grande. Demasiado. La nariz lo mismo. La odia. Se la arrancaría. Las cejas tampoco le gustan. No sabe por qué, pero no. Sus ojos no le disgustan. Al menos algo tenia que gustarle.

 Se ve gorda. Sus piernas son horribles para ella. En sus brazos no quiere ni fijarse. 

No destaca por nada. Es solo una más. A veces eso le molesta. La gente se lo recuerda. 

Definitivamente no se gusta a si misma. Y si no lo hace, ¿ cómo va a gustarles a los demás?. Es imposible. O eso cree ella. Por eso jamás dirá un te quiero. No cree que allá nadie que lo comparta. No cree que haya nadie al que pueda gustarle ella. No es tan perfecta como otras. No es nada del otro mundo. Ella es simplemente normal.

  Simplemente Ella. 

Inferior.

No se como lo haces. Apareces cuando menos te espero. Consigues que llore, que me tire de los pelos, que no tenga ganas de hacer nada más que tirarme en la cama. Así eres tú, no piensas en los demás. Solo te preocupas por ti. En el fondo te envidio. Sé que no debería pero se me hace inevitable. Tienes lo que quieres. O lo que yo quisiera. No sé como lo consigues. Te miro intentando descubrir tu secreto y no lo encuentro. Dicen que valgo más que tú. Pero los que lo dicen son mis amigos que se puede esperar…

 Haces que me sienta inferior. Que sienta que siempre iré por detrás de ti. Sin esperanzas de adelantarte. Que siempre que yo consiga algo tu simplemente me lo quitarás. Me lo arrebatarás de las manos sin más y te marcharás con ello lejos de mi alcance. He visto como lo hacías otras veces y yo ,tonta de mí, te dejaba.

Soy demasiado buena para pensar que quieras mi mal. Porque yo no desearía el tuyo. Así que pienso que lo haces sin querer. Lo pienso para protegerme de la dura verdad. De esa verdad que todos ven menos yo que prefiero no verla. Porque muchos me dicen que soy demasiado tonta. Que así no voy a llegar a ningún lado. Que voy a recibir tortas de todos lados. Y quizá tienen razón. Pero no puedo cambiar lo que soy y tampoco voy a dejar que me cambie una como tú.