sábado, 30 de junio de 2012

No Soporto Querer Quererte.

El tiempo nunca corrío a favor.
Hay tantas cosas que no te dije. Tantas cosas que te escribiría, pero tú jamás me leerías. Tú no lees. Tú no te preocupas por mí. Tú vives en tu mundo y yo trato de olvidarte aquí en el mío. Lejos, porque caí en la cuenta de que cerca para nosotros era demasiado cerca. Tú lo último que querías era ser mi caballero andante. Me besabas cada dos por tres. No importaba el lugar siempre y cuando estuviera desierto. Ya no recuerdo el último beso. No pensé que lo fuera. Creí que al día siguiente habría otro, pero ese día no llegó. Nos estancamos en aquel momento. Todo se quedó congelado. Tú te convertiste en mi pesadilla, de noche y de día. Solo podía pensar en todo lo que quise que fueras para mí. Me hubiera gustado que me conocieras, que te enamoraras hasta los huesos. Quitarte el habla, ser un tatuaje en tu piel. No escondido, sino a la vista. Que pena que no quisieras nada de esto. Que pena que no tuvieras huevos a jugártela por mí. Si hubieras dado tu brazo a torcer y me hubieras dejado llegar más arriba, no habría caído como lo hice. Me obligaste a pasar página, pero siempre querías ser el que estuviera a la vuelta de la hoja. Quieres las ventajas sin los inconvenientes. Siento que ya no me baste con eso. Quizá vi demasiadas películas de amor de esas que acaban bien y creí que podía ser de esas chicas que encuentran a un chico que se enamora de ellas. Me hubiera gustado que ese fueras tú, pero se ve que eres demasiado bueno para enamorarte de nadie. A veces pienso que no eres humano. A veces pienso que me gustaría saber lo que piensas. Pero luego me doy cuenta de que entonces dejarías de ser tan inalcanzable. Me acuerdo de que si fueras más humano no podría evitar enamorarme de ti, y no trago enamorarme.

jueves, 28 de junio de 2012

Be Me.

I wanna be frre, I wanna be young, I wanna be me.
Jamás haría el amor contigo. Nos acostaremos a lo sumo, pero no esperes mucho más. No soy de esas princesitas de cuento. Yo me mancho las manos. Lucho por lo que quiero. Soy capaz de conquistar como lo haría un caballero, y, a veces, eso asusta. que alguien se salga de su papel asusta. ¿A quién se le ocurre saltarse las reglas no escritas? No es propio de una dama comportarse como lo haría un hombre. Pero llega un momento en el que te cansas de esperar que el otro lo haga. Quiero ser libre, salvaje e independiente. Que nadie me diga lo que debo hacer o como debo vivir. Puede que pida demasiado. Puede que sea demasiado para soportarlo. Nadie te pide que te quedes. Pero hazlo. Lo pasaremos bien. Te lo prometo. 

Mejor olvida lo de la promesa, demasiada carga para mí.

All About Us.

No sabría relatar nuestra historia. No me acuerdo de muchas cosas. Mi mente las ha omitido sin que yo quisiera. Me faltan recuerdos sobre lo bien que me hiciste sentir. Sobre los besos, las caricias y las palabras bonitas. Los malos momentos tampoco tienen mucha nitidez, pero esos los eliminé voluntariamente. Alguien podría pedirme que le contara como fue lo que vivimos. Sin embargo, no sería capaz de hacerlo. No recuerdo lo que fuimos, ni lo que quise que llegáramos a ser, y tengo muy poco claro en que punto nos hemos quedado. Me marcaste. Admito que esto no tiene porque ser mutuo, pero vivo mejor convencida de que sí. Espero que tú recuerdes mejor nuestros besos, porque yo ya olvidé el tacto de tus labios. Se me confunden con los de otros. Con los de todos esos a los que use para olvidarte. No estuvo bien, pero es que el alcohol no me dio buen resultado. ¿Es tan difícil entender que solo quiero olvidarte? Lo he hecho. Solo queda un problema, mi mente sigue queriendo cosas de ti. Quiere recuperar todo lo que ha perdido. Todas las memorias de nuestra complicada "historia". Se resiste a admitir que perdí la cuenta de las veces que te besé. Se niega a comprender que no recuerda cuando empezó todo. Lo nuestro, si es que lo puedo llamar así, se perdió en medio de unas rutinas que no pudieron coincidir. Cada vez apareces menos en el escenario de mi mente, y se te echa de menos. Todo mi cuerpo se resiste a dejarte ir. Aun así tu cara ya no es la primera en la que pienso al despertar, a pesar de que el mundo siga convencido de que no pasé el examen de desintoxicación.

Olvidé cuando empecé a recordarte.

martes, 26 de junio de 2012

Métete en tus Asuntos.

No te puedes enfadar. No hagas ahora como si te importara. Nunca te importó nada de lo que tenía que ver conmigo. Apareciste con un simple "hola" al que yo no dude en responder. Una décima de segundo puede cambiar tu vida. La mía lo hizo. La décima que lo decidió todo fue esa en la que no me atreví a presentarte a mis sentimientos. Nuestro saludo no fue seguido de las pertinentes presentaciones. Debería haber soltado eso de tú , mis sentimientos; mis sentimientos, tú. No lo hice. Debí haber comenzado comentándote lo mucho que te había observado, lo mucho que creía ya conocerte. Aunque me doy cuenta de que en ese momento no pensaba eso. Me dabas igual. Eras el chico guapo al que no esperaba llegar. Pero bajaste un poco a por mí y me elevaste. Ahí empecé a mirarte, a creer que te iba conociendo. ¿Realmente sé algo de ti ahora? Poco más de lo que conocen los demás. No sé si puedo considerarte amigo o enemigo. A veces te comportas cono si te preocuparas por mí, y otras solo me miras e insultas. Perdiste el derecho a decirme cómo vivir mi vida hace tiempo. Cuando te largaste con otra y me dejaste rota, fue la última vez que decidiste algo en mi vida. Ahora no tienes derecho a juzgar como reparo lo que tú hiciste. Ya no es de tu incumbencia. Si te duele ahora, haberlo pensado antes. ¿No se sabe lo que se tiene hasta que se pierde? No tengo la culpa de que fueras un maldito ciego.

No eres mi jefe, ni optas a ser mi juez. Ya no eres mi problema.

domingo, 24 de junio de 2012

Quise Ser Como Tú; Cada Vez Me Parezco Más.

Eres un borde. Solo te vuelves majo cuando te interesa serlo. En cuanto consigues lo que quieres lo coges todo y te largas. Haces el paseo de la vergüenza de los amantes, solo que tú sales con la cabeza bien alta y repartiendo patadas a todo lo que pillas. Me gustan los casos difíciles. Un reto cada mañana no me parece una mala perspectiva de futuro. Aunque empiezo a plantearme si esto es sano. No me importa lo que haya que hacer, siempre y cuando consiga lo que quiera, pero llega un momento en el que la tierra que he tragado me ahoga. Quizá debería empezar a pensar en mí y olvidarme de mis experimentos y retos. Mi madre siempre dijo que no viviera en las nubes. Hoy he caído de la novena nube y por fin estoy despierta. Lo veo todo con claridad y sé que no tengo que intentar hacer a nadie mejor. ¿Quién soy yo para creer que puedo hacerlo? Por una vez en mi vida voy a tomar aire y dejar de pensar que todo fue mi culpa. No diré que ellos se lo perdieron, ni que no habrá segunda oportunidad para nadie, porque tampoco creo que eso importe ahora. No les importa, ¿me importa? Más bien poco. Aprendí a poner el corazón en sitios en los que sabía que lo iban a cuidar. Si entraba en otro tipo de bares lo dejaba en el ropero con el bolso y el abrigo, para que no cogiera frío ni otras enfermedades. ¿Qué si me he vuelto una insensible? No, tan solo quise parecerme a ellos.


¿Dolerme? No, ni que tuviera corazón o algo así.