miércoles, 28 de noviembre de 2012

Hey, I´m Here.

Vuelve. Ahora, justo en este momento. Se te olvido algo. Se te olvido quererme. Al final de todo resulta que el único fallo fue ese: quererme. ¿No te apetece cambiarlo? Subirme contigo a tu azotea y demostrarme por una vez en tu vida que de verdad vas a estar. Un hola, ¿como te va?, seguido por un bien, estuve esperándote. Porque si quiero que lo hagas bien debo serte sincera. Te eché de menos. Mucho. Muchísimo. Hubo días en los que decidí tirarlo todo por la borda y otros en los que directamente lo hice. Fallé en todos. Nada funcionó para que tú cayeras en la cuenta de que esperaba. O si lo hiciste pero preferiste pasar. Hoy te lo estoy pidiendo claramente. Me situo delante de ti y te pido que termines lo que empezaste. Que no es justo que de repente te marcharas sin dejar ninguna explicación. No te la pedí entonces y no lo haré ahora. No quiero que rindamos cuentas de lo que cada uno hizo mal. Solo busco un poco de calor para este invierno que se acerca. Este año me resisto a creer que esta estación será la que lo joda todo. Este invierno sera mi invierno, nuestro invierno. ¿Te queda claro?
Sin embargo, todo esto solo lo pienso. Solo soy una mas. Solo dejé de creer en todo. Solo soy una niña asustada. Solo soy como el día lluvioso en el que te quedas en casa y te dedicas a mirar por la ventana. Solo una cafetería solitaria que espera su único cliente fijo. Ese que por muy malo que sea el café siempre vuelve a por más. Bien sea porque en realidad le gusta, bien porque sea el único abierto en varios kilómetros a la redonda. Me decanto más por la segunda opción. Es más probable y ya no sirve de nada ocultar la verdad: fui una muesca más en tu pared. Como el preso cuenta sus días, tú cuentas tus conquistas. Me sumaste a la lista y pasaste a la siguiente. Como quien enciende un cigarro con la colilla del anterior.
I miss you.
Este no será nuestro invierno, y el siguiente seguro que tampoco.

miércoles, 21 de noviembre de 2012

Merecer No es Mejorar.

Todos dicen lo mismo, como si fueran un disco rayado. "Tú eres mejor". "Mereces alguien mejor". Ya estoy harta de tanto tópico y tanta mierda que empapa todo. Aunque creáis que por ser mejor persona se merezca una vida mejor, la realidad es que eso no importa en absoluto. No va ligado, cada cosa tiene su ser y se coloca en su lugar. Que me da igual lo que merezca o deje de merecer si al final del día no es lo que tengo. Si noche tras noche solo me queda preguntarme que hice mal hoy, por qué no funcionó mi idea para ser feliz. Aunque realmente no quiero saberlo. Prefiero que las cosas vengan solas, pero no porque las merezca o porque sea mejor que nadie, sino porque de repente decidan que quieren formar parte de mi vida, desordenada y fuera de lo normal, pero vida a fin de cuentas. Porque pensando fríamente, ¿qué consideráis mejor? ¿De dónde sale esa palabra y por qué la soltáis como si tuvierais diarrea verbal? Yo no creo ser mejor. No es cuestión de hacerse la víctima o buscar protagonismo, ahora hablemos desde la sinceridad. No hay día que no haga algo mal, y no hay noche que la rayada de siempre no se instale en mi cabeza. Sin embargo, eso queda de puertas para adentro. No voy a airear mis problemas al sol, ni los pondré en la cuerda de tender la ropa junto a mis bragas. Yo te doy una sonrisa porque es más fácil para todos y a mí me ayuda a vivir mejor, pero mi mejor no tiene porque ser el tuyo. Porque lo merezca o no, tengo lo que tengo, y si lo tengo será por algo, así que mejor disfrutarlo.
Deberás conformarte con oír un "estoy bien".
Si me coges de la mano te vienes conmigo. Sin compromisos. Sin complicaciones. Sonríe.

sábado, 17 de noviembre de 2012

Bye.

No sé lo que siento por ti, pero sé que no es amor, y el poco cariño que te podía tener gracias al roce está empezando a hacer rozadura. No necesito ignorarte, ni preciso hablarte. Puedo ser contigo como soy con cualquiera. Tu cara no alegra mis días, y tu ausencia no me quita el sueño. Gracias a ti me he dado cuenta de que tengo que bajar de las nubes. Siempre critico a la gente cursi que basa su vida en cuentos de hadas, pero eso es exactamente lo que hago yo. Tú eres el cuento B. El A falló. Salió estrepitosamente mal. Su final no se parece en nada a lo que yo soñé; y la verdad ya he dejado de pensar que esto es un bache que se arreglará y podré volver a vivirlo como yo quiera. Ahora me he centrado en el B, y creo que los resultados no han sido mucho mejores. Quizás es que pido demasiado. Vivo esperando utopías que sé que no llegarán. Me convenzo de que me estoy enamorando solo para no caer de morros contra la verdad: ya no sé hacerlo. Puedo escribir sobre maravillosos amores echándole mano a mi imaginación, pero en cuanto llegó a donde debería ir el "y vivieron felices" me entran las dudas de si realmente lo hicieron juntos. No tiene por qué. Él y yo somos felices y jamás viviremos juntos, ¿no es así? Yo ya no le necesito, ni a él, ni a ti, ni a ninguno. Puedo vivir siendo la chica que pasa desapercibida, esa a la que nadie miraría más de dos veces. Es más fácil, duele menos, quizás así aprenda como vivir en la realidad, con los dos pies sobre la tierra, y no con los mil pájaros de mi cabeza. Dejaré de soñar que me merezco un amor de película y me haré comprender que lo que ahora importa tiene poco que ver con sentimientos y quebraderos de cabeza. No habrá cuento C, en todo caso habrá realidad A, y será cuando tenga claro hasta donde estoy dispuesta a llegar y hasta donde saltarán por mí. Paso de otro de esos que te dicen `si tú saltas, yo salto´ y luego te empujan y te dejan cayendo sola. Odio las mentiras. La vida es demasiado corta como para andar con rodeos y no decir las cosas claras. Si te intereso, ven. Si solo quieres jugar, avísame. Si ya no vas a regresar, manda una señal. Los puntos sobre las `i´es y al final de las frases, pero también al final de nuestra historia.
Bye.
¿Se lo pones tú o tengo que hacerlo yo?

viernes, 9 de noviembre de 2012

Ahorremos en Realidad.

Era el último día de otoño, casi invierno. El frío ya se dejaba notar, pero ella tenía de refugio una ilusión. Una fantasía que usaba de estufa. Aferrada a ella le vio llegar, y la cara se le iluminó, hasta que él abrió sus perfectos labios.
- No estaba enamorado de ti. Nunca te quise.
~ ¿Era necesario decírmelo?
- Creo que estaba claro.
~ Sí, lo estaba, pero aun así dicho por ti duele más.
- ¿Por qué?
~ Me arrastras de sopetón a la realidad y la caída duele junto con el impacto. Sé perfectamente que soy una estúpida enamorada de alguien que ya pasó página, no hace falta que me lo recuerdes. Aquí yo soy la débil, y nunca me gustó no ser fuerte. Pegarme un tiro me resultaría más fácil.
- Nadie dice que no seas fuerte...
~ Pero es la sensación que da y no resulta tranquilizador. Preferiría no saber lo que piensas y seguir viviendo en ese mundo en el que tú sí sientes algo por mí pero me lo ocultas por miedo. Es más bonita la ignorancia que la verdad. La realidad me clava en el sitio y me hiela incluso cuando el sol me da de frente. No entiendo mis sentimientos. Me ignoras, me vuelves loca, me utilizas, y sin embargo creo que te quiero. Es incomprensible. Debo tener algún problema digno de psiquiatra. Solo quiero olvidarte como tú lo hiciste. ¿Utilizaste algún truco?
- No me hizo falta, simplemente continúe cuando tú te quedaste atascada.
~ Eso no me ayuda.
- Lo sé, pero hoy es el día de la verdad.

Y llegó el invierno y ella solo podía pensar en que la verdad apestaba y dolía. Era jodidamente dolorosa.
Sería un invierno frío. El más frío.

jueves, 1 de noviembre de 2012

Step Back.

¿Quién iba a decir que todo lo que digo no lo hago? Actuar vosotros, yo tiendo puentes y si eso ya pasareis, ¿os parece? Pensareis que lo mio es fácil, pero a veces la espera de vuestra decisión corta mis alas. Debería atacar, salir de mí para refugiarme en vosotros. Sin embargo, cada vez que lo hago una puerta me da en la cara y tengo que retroceder, por eso ya no lo hago. Ese fue mi error contigo, ¿no? He oído que piensas eso de mí, que solo si tú haces algo yo responderé, y me gustaría cambiarlo pero ya no puedo correr a tu lado. De nuestra historia solo me queda volver atrás y desear cambiar ciertas cosas para ver si esta vez funciona. Es imposible, todavía no están aprobados los viajes en el tiempo, y quizás sea mejor como estamos. Tú en un lado y yo enfrente, a ver quien aguanta más ignorando al otro, aunque creo que a ti se te da mejor que a mí. Me da rabia pensar en ti y en el pasado cuando sé que tú no le dedicas ni dos segundos del día a mi recuerdo. ¿Puedes recordarme hoy? Échame de menos durante cinco minutos y piensa en cómo recuperarme. Dale vueltas a la cabeza y llega a la conclusión de que no todo está perdido. Admite que todavía nos queda un futuro. Dime que todo puede ser, que lo conseguiremos porque tú quieres hacerlo. Demuéstrame que no volveré a caer de las nubes. No me acerques al precipicio si no vas a saltar conmigo. Solo hazme saber que si actúo esta vez, no le pondrás un candado a tu puerta.
Te quiero.
Quiero que pruebes a recordarme.